Leer
escribir: competencias indivisibles
Aprendemos a leer el mundo desde que entramos en
contacto con él, todo ser vivo necesita leer su entorno para sobrevivir. Lo
seres humanos nacemos además psíquica y fisiológicamente dotados para
desarrollar otros formas de comunicación entre nosotros, creamos un lenguaje
más simbólico, más abstracto y extraordinariamente eficaz; pero también complejo,
porque el signo lingüístico entra en acción en un contexto determinado con
actores que deben estar dispuestos y capacitados para hablar, escuchar, leer y
escribir; por lo tanto es necesario estudiar esta maravillosa herramienta de
comunicación humana y practicar estas
competencias durante toda la vida.
En el caso de la lectura y la escritura,
competencias indivisibles, solo se adquieren leyendo y escribiendo, releyendo,
corrigiendo y volviendo a reescribir todas las veces que sea necesario, por esto
somos el primer lector de nuestros escritos y debemos ser, el lector más
crítico para mejorar nuestro desempeño.
Lo ideal es adquirir el hábito de
la lectura desde la primera infancia. Situar al niño tempranamente frente al
pensamiento abstracto es entregarle una poderosa herramienta que lo ayudará a
desarrollar todo el potencial de su cerebro y que, además, lo acompañará
durante toda la vida. Parafraseando a Marco Antonio de la Parra, escritor,
dramaturgo y psiquiatra chileno, quien dijo que el que lee nunca está solo,
además sabe que hay millones de lectores en el mundo como él.
Si no se ha adquirido el hábito
lector en la niñez, hay que intentar incorporarlo a nuestra vida adulta, es un
deber si queremos ser buenos comunicadores, pero también es casi una obligación
si queremos que nuestros hijos, sobrinos, nietos y estudiantes lean y escriban,
porque un buen escritor es necesariamente un buen lector. Las palabras connotan
y denotan en un contexto, fuera de él no construyen mensajes, pues los vocablos
son polisémicos, es decir, pueden adquirir muchos significados. El diccionario de una
lengua es un texto fundamental para ayudarnos a descubrir significados, pero
generalmente nos ofrece solo un listado de palabras junto a sus posibles
significados, pero estos vocablos recién serán parte de nuestro léxico
activo cuando las veamos actuando en un
discurso, siendo parte de un tejido bien tramado, en que todos los puntos están
bien tomados para construir exactamente el producto que queremos. Los cabos
sueltos se notarán, el diseño terminará siendo otro y lo más grave es que probablemente
terminemos creando algo opuesto a lo realmente deseado.
Nadie aprende desde lo desconocido,
leamos a los mejores, porque serán los buenos modelos los que nos nutrirán para
ir desarrollando nuestra propia voz, porque quien escribe no lo hace solo desde
su intelecto, desde su racionalidad pura, sino también desde su interioridad,
desde lo más íntimo de su experiencia humana.
Quiero insistir en esta última
idea, porque es esencial que no se confunda “imitar un patrón, un paradigma o
modelo” con “copiar textualmente las ideas desarrolladas por otro” y
atribuírselas como propias, lo segundo
es un delito, desde el punto de vista legal, pero lo más grave es que plagiar
nos impide desarrollar miradas propias, aportar nuestra experiencia personal
que también es valiosa, porque es nuestra. Sin duda que enriquecemos nuestro mensaje
citando a otros autores o parafraseándolos, pero siempre debemos darles el
crédito, nombrándolos o poniéndolos en las referencias bibliográficas.
Sé que es tentador copiar, porque
siempre vamos a sentir que otros están mejor capacitados para dar cuenta del
conocimiento a través del tejido verbal; pero el miedo a equivocarnos no debe
ser un obstáculo que nos impida transmitir nuestro saber con una construcción
verbal propia. Una vez leí el siguiente precepto: “Naciste original, no te
conviertas en una copia”.
Los invito a leer y a escribir de
manera constante, ensayando sus propias ideas, dándoles una nueva mirada a lo
que ya sabemos, por ejemplo a conocidos preceptos o refranes, como hacíamos en
algunas de las clases. Lean el mundo, su sociedad, su entorno y propongan
nuevas alternativas, soluciones o simplemente otra forma de interpretar lo que
somos como país, como personas o como profesionales.
Gloria Peña Mendoza
*Agradecimientos Públicos*
Quiero agradecer a la profesora Gloria Peña, por el año y medio de conocimiento que nos dio como estudiantes, por su apoyo incondicional como estudiante y por el proyecto "Nodos"; de esas profesoras que me hacen tener fe en la pedagogía como forma de vida.
Estoy seguro que cruzaremos caminos profesionales nuevamente.
Sebastián, gracias a usted y a quienes aceptaron este desafío. Todo proyecto requiere para que se materialice actores dispuestos y comprometidos para llevarlo a cabo. Estos es de ustedes y siempre, desde la vereda en que la vida me sitúe, estaré apoyándolos.
ResponderEliminarFue un placer tenerlo como estudiante y muy gratificante profesionalmente. Gracias, una vez más y hasta siempre.
Gracias Profesora por regalarnos estas palabras y consejos. De pequeña jamas me inculcaron la importancia del leer, sin duda en el transcurso del tiempo me he dado cuenta que es esencial para absolutamente todo. No cualquiera lee. A veces leemos lo que el cerebro automáticamente asume que dice, pero es sin comprender ni entender lo que realmente dice. He observado esto muchas veces y en mi propia experiencia e errado por no saber leer bien. Pero la practica hace al maestro, y como bien dice usted si no aprendimos esto cuando niños es importante hacerlo un habito siendo ya adultos.
ResponderEliminarMe quedo con Marco Antonio de la Parra : "El que lee nunca esta solo" ,me encanto esta frase porque muchas veces se encuentran respuestas leyendo, nos nutrimos siempre de cosas nuevas, nos abre la mente, nos guía y en lo personal genera satisfacción acompañarse de una buena lectura.